Colectivos y vecinos protestaron en la Condesa contra la gentrificación; hubo disturbios, daños a un comercio y críticas por discursos xenófobos. El DHS de EU aprovechó para promover la autodeportación.

Cientos de personas se manifestaron este viernes en la colonia Condesa, en la Ciudad de México, para expresar su rechazo al proceso de gentrificación que, aseguran, ha encarecido la vivienda y modificado la vida en barrios tradicionales de la capital.
La protesta, que inició en el Parque México y posteriormente avanzó por la colonia Roma, reunió a colectivos y ciudadanos inconformes con el aumento de rentas, el desplazamiento de habitantes y la llegada masiva de extranjeros a zonas como Condesa, Hipódromo, Roma Norte y Sur, Escandón y San Pedro de los Pinos. Los inconformes aseguran que estos cambios están transformando la dinámica social y comercial de la ciudad.
Durante la concentración se escucharon consignas contra la presencia extranjera y el encarecimiento de servicios. También se realizaron actos simbólicos como la quema de una piñata, en rechazo al fenómeno que, según los organizadores, está desplazando a miles de familias capitalinas.
Expertos como Karla Mejía, de la UNAM, advirtieron que en los últimos 20 años al menos 400 mil familias se han visto obligadas a abandonar sus colonias por la gentrificación, fenómeno que, dijeron, también vulnera los derechos ambientales y culturales de los barrios populares.
Aunque la protesta se mantuvo pacífica en su mayoría, se registraron conatos de bronca, entre ellos una riña con un creador de contenido y daños a una cafetería ubicada en la calle Ámsterdam. Además, el influencer Luisito Comunica fue increpado, aunque no sufrió agresiones físicas.
Por su parte, el Gobierno de la Ciudad de México reiteró su postura en contra de la gentrificación, pero también condenó los actos de violencia y el discurso xenófobo que se dio durante la protesta. La administración capitalina llamó al diálogo y recordó que la CDMX debe ser un espacio de inclusión y respeto.
En Estados Unidos, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) aprovechó la protesta para promover la autodeportación de migrantes indocumentados, usando imágenes de la movilización y publicando mensajes en redes sociales que invitan a los extranjeros a regresar a México de manera voluntaria, lo que ha generado polémica en ambos países.
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